"El pequeño psicópata se deslizaba sigilosamente por entre los pasillos. Buscaba a su presa. Acariciaba la idea de encontrarla. De atraerla para sí. Agarrarla y encerrarla en el armario. Dejar que muriese de hambre. Y entonces la vio. La perra estaba ahí. Escondida.
- ¡Mario! ¡La comida! - gritó la madre del pequeño."
- ¡Mario! ¡La comida! - gritó la madre del pequeño."
Ana Mateos
1 comentario:
Señorita, acabas de recibir un premio desde mi blog, si quieres seguirlo eres libre de hacerlo... por cierto, me encantan tus relatos, a pesar de que nunca comento xD
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