- ¡Ése! – señaló el niño con una gran sonrisa.
Cogió a su pececito y se montó en todas las atracciones. Primero la montaña rusa. Después la noria. Gritaba y gritaba. Reía y reía. Tal fue la emoción que sintió el pececito, que no tardó en morir, extasiado por la vida tan agitada que llevaba."
Ana Mateos
1 comentario:
Qué chachi el microrelato este. Ahora están todos haciendo microrelatos en el Isabel, o qué? xD
Súbelos, que me gustan mucho!:D
Y los de Bea también, que me dijo que tenía que escribir montones y me quedé con las ganas.
Un beso, Tina! ;)
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